Telarañas de soledad
Dócilmente...
Como fraccionando el minuto en catorce partes
movía lentamente sus patas amarillas
semejantes a agujas,
por las hebras delicadas como lágrimas plateadas
en su obscuro rincón.
Y yo...
Bajo su telaraña de decepción,
solo emitía humo de cigarrillo,
mientras mis pensamientos furtivos,
revotaban contra las cuatro paredes vacías
y tristemente pintadas
de un verde azumagado,
que penetraba mi nariz
con su nauseabundo olor a humedad.
Encierro permanente
donde escondo mis temores y mis gritos
de todos los ojos ciegos
y los oídos sordos
que no quieren sentirme
ni verme, ni oírme.
Solo bajo las telarañas que se suspenden
como mudas testigos de mis letras carcomidas
sigo fumando, y sigo escribiendo,
para que por ultimo sean mis letras
las que vean la luz
y escuchen los aplausos.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 21 junio 2012 )
Dócilmente...
Como fraccionando el minuto en catorce partes
movía lentamente sus patas amarillas
semejantes a agujas,
por las hebras delicadas como lágrimas plateadas
en su obscuro rincón.
Y yo...
Bajo su telaraña de decepción,
solo emitía humo de cigarrillo,
mientras mis pensamientos furtivos,
revotaban contra las cuatro paredes vacías
y tristemente pintadas
de un verde azumagado,
que penetraba mi nariz
con su nauseabundo olor a humedad.
Encierro permanente
donde escondo mis temores y mis gritos
de todos los ojos ciegos
y los oídos sordos
que no quieren sentirme
ni verme, ni oírme.
Solo bajo las telarañas que se suspenden
como mudas testigos de mis letras carcomidas
sigo fumando, y sigo escribiendo,
para que por ultimo sean mis letras
las que vean la luz
y escuchen los aplausos.
Alejandro Urtubia ©
(El diablo de la poesía)
Todos los derechos reservados y copyright a nombre de Alejandro Urtubia,
Texas, USA 2012
( 21 junio 2012 )
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